La noticia es la siguiente: Shinji Mikami, creador de Vanquish, anunció que el modo más difícil de su juego será apto “solo para unos pocos elegidos”. Y el nombre elegido para este modo es más que elocuente: God Hard Mode (algo así como Modo Difícil Solo para Dioses).Desde que vi las primeras imágenes de Vanquish, me pareció un híbrido entre Halo y Gears of War. De hecho, lo único que me animaba a comprar este título era el currículum de Mikami (es artífice de joyas como Resident Evil y MadWorld). Sin embargo, este anuncio del modo súper difícil llama poderosamente mi atención.
Debo reconocer que últimamente, esa tendencia de elevar la dificultad de los juegos está creciendo. Por ejemplo, mi amigo Carlos Mora me cuenta que está sufriendo ‘las de Caín’ en Demon’s Souls. Me explica que el juego es tan difícil que por momentos llega a frustrarse.
Yo recuerdo haber tenido esa sensación de frustración con tres juegos: Contra (Nintendo), Battletoads (Super Nintendo) y Chaos Legion (PS2). De ellos, solo logré pasar el Contra, pero con el truco de las treinta vidas. Los demás fueron literalmente imposibles para mí.
En la ya no tan ‘nueva generación’ no he encontrado un título muy complicado, pero si ya hay iniciativas como la de Vanquish o
Juegos en el mercado como
Demon’s Souls, parece que la tendencia empieza a cambiar.
